“Históricamente el Ramp Up de los molinos SAG en Minera Los Pelambres se ejecutaba en 27 días. Empezamos a pensar en cómo podíamos disminuir ese tiempo de manera segura con el fin de minimizar la restricción de tratamiento sin comprometer la integridad estructural de los Molinos SAG”, comenta Christian Sanguinetti, superintendente de Control de Procesos GIO.

Este proceso consiste en la puesta en marcha progresiva del equipo, lo que hace que pierda parte de su capacidad de molienda. Esto se conoce como pérdida de potencia. En el caso de los Molinos SAG, se produce cada vez que se ejecuta un cambio de revestimientos del equipo, que son unas placas que lo recubren para protegerlo y que ayudan a levantar la carga al interior de la estructura.

Cuando se termina de hacer el cambio de revestimientos se inicia un aumento paulatino de velocidad de giro del molino que va desde 8.8 revoluciones por minuto a 9,9. Este proceso habitualmente en MLP tomaba 26 días.

“Al hacer esto, se produce una restricción de tratamiento (tph) asociado a la menor demanda de potencia del molino en la etapa de Ramp Up”, señala Sanguinetti. Con estos antecedentes comenzaron a estudiar el tema y provistos de sofisticadas simulaciones numéricas computacionales y otros análisis técnico-estructurales, en noviembre de 2021, probaron reducir ese plazo de 27 a 16 días en el SAG 3. Y funcionó.

Esto hizo que continuaran con las pruebas, ahora en el Molino SAG 2. “No nos quedamos tranquilos y redujimos el proceso a 10 días”, añade.

Este resultado comenta el superintendente los hizo “ser más ambiciosos y probamos llevarlo a cero días”. La prueba se efectúo en la mantención de agosto de 2022 en el SAG 2 nuevamente y fue todo un éxito.

“No hemos vuelto a hacer Ramp Up largos, sino que los hacemos entre 0 y diez días como máximo”, cuenta Sanguinetti, quien agrega que se calcula en alrededor de 4% la ganancia en rendimiento durante la etapa de Ramp Up gracias a este proyecto.

Hubo un detalle no menor que favoreció este beneficioso cambio. El área de Mantenimiento y Confiabilidad está probando una nueva tecnología de revestimientos híbridos, llamados Polymet.

Las placas de revestimiento de molino convencionales son de acero. Esta nueva clase que se estaba probando, mezcla goma y metal lo que aumenta su durabilidad y resistencia al impacto y con un menor peso, además.

Este largo proceso ha tenido importantes resultados, lo que se traduce en aumentar el tratamiento de la molienda y evita las mermas que dejaba la utilización reducida del equipo, según explica Sanguinetti.

Para Sebastián Fredes, jefe de Turno de Molienda y parte del equipo multidisciplinario que generó estos cambios, lo más importante de esta innovación es que “nos permite mejorar en uno de nuestros KPI principales (tph), lo que se traducirá en un beneficio para toda la compañía”.

La iniciativa está en etapa de seguimiento, lo que significa que “cada vez que haya un cambio de revestimiento se medirá el tiempo en conjunto con la Superintendencia de Control de Procesos para analizar las variables que puedan producirse en esta mejora. Así lo haremos por todo este año”, comentó el profesional.