De manera exitosa culminó el proceso de armado del equipo rompe rocas en el sector de Chillepín, actividad previa al proceso de mantenimiento y cambio del equipo que se realizó en el chancador primario II del sector mina en marzo recién pasado.

Como señaló el Superintendente de Planificación y Mantenimiento Mina, Luis Lazo, hoy la planificación “tiene dentro de sus objetivos la gestión de mejorar la productividad y disminuir el riesgo de accidentabilidad de sus trabajadores”.

El trabajo de armado de rompe rocas, realizado en Chillepín, contó con el apoyo técnico del taller de reparación Saavedra Ábalos, una empresa nacional con alto nivel de ingeniería y liderazgo en el rubro de los equipos rompe rocas. Las tareas concluyeron con metas del 100% en seguridad, calidad y tiempo.

Esta tarea, que por años fue realizada al interior de la mina liderada por el equipo de Planificación y Ejecución de Mantenimiento, requería de una gran preparación previa de personal e implicaba el uso de recursos como grúas de alto tonelaje y camas bajas, así como la labor continúa de una cuadrilla de trabajadores durante cuatro turnos día consecutivos.

El equipo rompe rocas se utiliza en la taza del chancador primario para destruir y disminuir el tamaño del material de gran tamaño, antes de que ingrese a la taza moledora, lo que evita daños en este y hace fluida la descarga de material.

Cristián Ponce, Planificador Senior CH & STMG, comentó que “desde mis primeros años en MLP tuve dentro de mis objetivos personales la estrategia de externalizar el riesgo en la actividad del rompe rocas. Hoy me siento muy contento en haberla llevado a cabo con el equipo. La labor previa de influir y tener certeza del trabajo a realizar, fueron hitos claves para lograrlo”.

Ante el éxito de esta actividad, se está planeando a futuro la factibilidad de seguir ejecutando estas tareas de alto riesgo fuera de la faena, siempre asegurando criterios de seguridad, calidad y cumplimiento de plazos.