Minera Los Pelambres protege actualmente más de 27 mil hectáreas en la región de Coquimbo- que incluyen Laguna Conchalí, Cerro Santa Inés, Palma Chilena en Monte Aranda y Quebrada Llau-Llau- como parte de su compromiso con el desarrollo sustentable. Esta superficie equivale a seis veces la ocupada por su operación minera, reflejando una visión que busca armonizar la actividad extractiva con el cuidado ambiental.
Con 25 años de operación, la compañía reafirma su modelo de minería responsable. “La conservación de la biodiversidad y el cuidado de los recursos naturales no es sólo un compromiso ambiental, es parte central de la visión que tenemos de cómo hacer minería y que buscamos seguir profundizando hacia el futuro”, afirmó Marisol Díaz, gerenta de Asuntos Públicos de Minera Los Pelambres.
El trabajo de conservación impulsado por la minera ha sido destacado por autoridades, especialmente en una región marcada por el cambio climático y la escasez hídrica. “Celebramos que en este día exista conciencia ambiental de esta importante industria que ha sido parte histórica del desarrollo de nuestra región”, señaló Leonardo Gros, Seremi de Medio Ambiente de la Región de Coquimbo.
Desde 2007, Los Pelambres desarrolla un programa de forestación y reforestación que ha permitido plantar más de 39 especies nativas en 1.500 hectáreas, incluyendo la fitoestabilización del tranque Quillayes.
“Nuestro trabajo no se trata sólo de plantar árboles, sino de restaurar paisajes, recuperar ecosistemas y proteger la vida que habita en ellos. Cada hectárea recuperada es una inversión en el futuro del territorio”, sostuvo Francisco González, jefe del proyecto vegetacional de la compañía.
En cuanto a la gestión del agua, en 2024 la minera logró un 77% de recirculación del recurso y continúa incorporando agua desalinizada en sus procesos, reforzando su transición hacia una operación más sustentable y resiliente frente a la crisis hídrica.
“El nivel de reutilización de recursos es de los más altos que hay entre las actividades económicas, más alto que el de la mayoría de las actividades, en particular que el de la agrícola y que el de la sanitaria”, explicó Pablo Álvarez, académico de la Universidad de La Serena.
Así, la compañía proyecta una minería que no solo busca eficiencia operativa, sino también dejar un legado ambiental positivo para las futuras generaciones.